El Consejo de Ministros de 9 de febrero de 2021, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha aprobado la Estrategia de Almacenamiento Energético.
La Estrategia cuantifica las necesidades de almacenamiento para contribuir a la descarbonización del sistema energético en coherencia con lo previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y con el objetivo de neutralidad climática antes de 2050, incluyendo:
- el aprovechamiento de la energía disponible en el parque de vehículos eléctricos (26 GWh anuales para 2030),
- la capacidad adicional de almacenamiento detrás del contador (con un mínimo de 400 MW en 2030),
- así como el almacenamiento a gran escala que aportan las centrales termosolares.
La Estrategia incluye 10 líneas de acción y 66 medidas que abordan aspectos como:
- La participación del almacenamiento en el sistema energético
- La economía circular o las comunidades energéticas para generar espacios de participación ciudadana
- El impulso del hidrógeno renovable
- El desarrollo de nuevos modelos de negocio, como la segunda vida de baterías
- La formación de profesionales para profundizar en la Transición Justa
- El aprovechamiento del almacenamiento como base para el desarrollo tecnológico en las islas y zonas aisladas
- El impulso a la I+D+i, promoviendo el empleo
- La eliminación de barreras administrativas para facilitar iniciativas y proyectos
El documento identifica un amplio abanico de tecnologías de almacenamiento. Cabe destacar:
- las centrales hidráulicas de bombeo, que permiten impulsar el agua para almacenarla en depósitos a gran altura y liberarla para producir electricidad cuando hay alta demanda;
- las baterías, que son especialmente relevantes tanto por su aplicación en movilidad eléctrica como en sistemas de autoconsumo para viviendas o negocios, donde, en combinación con placas solares, permiten almacenar la energía sobrante para utilizarla en los momentos en los que no hay sol.
- los sistemas de almacenamiento térmico, que tienen su aplicación, entre otras, en las centrales termosolares. En ellas, se almacena calor en tanques de sales fundidas a alta temperatura para posteriormente emplearlo en la producción de electricidad.
- el hidrógeno renovable, que desempeñará un papel clave en la reducción de las emisiones de: sectores difíciles de descarbonizar; procesos industriales de alta temperatura; medios de transporte convencionales, que van desde los vehículos ligeros a los pesados, autobuses o trenes. España ya cuenta con una “Hoja de Ruta del Hidrógeno”.
El documento contextualiza la Estrategia en el marco nacional e internacional, realiza un análisis técnico de los sistemas y soluciones de almacenamiento de energía y examina su cadena de valor, remarcando la importancia de disponer de una industria nacional competitiva, innovadora, que aporte alto valor añadido en todos los eslabones del almacenamiento, desde la provisión de materias primas y componentes básicos, pasando por la fabricación y desarrollo de las tecnologías, hasta la prestación de todo tipo de servicios mediante los nuevos modelos de negocio, con un enfoque basado en la economía circular. Descargar el pdf de la estrategia
Cadena de valor del almacenamiento energético. Economía Circular.
La cadena de valor del almacenamiento de energía se compone de varias fases, existiendo a lo largo de todas ellas gran cabida para el impulso de la industria nacional, abriéndose la oportunidad de reforzar su liderazgo a nivel internacional.
En este sentido, es fundamental disponer de fabricantes y proveedores nacionales que generen alto valor añadido e impulsen la innovación y la competitividad en el sector, desde la provisión de materias primas y componentes básicos, pasando por la fabricación y desarrollo de tecnologías, hasta la prestación de todo tipo de servicios mediante los nuevos modelos de negocio asociados al almacenamiento energético.
Todo ello con un enfoque basado en la economía circular, que ha logrado que las cadenas de valor industriales pasen de tener un carácter lineal, basado en la extracción, transformación, uso y desecho de los sistemas, a un modelo circular en el que la reutilización y el reciclaje adoptan un papel muy relevante, reduciendo al máximo las entradas y salidas de elementos dentro de dicha cadena y cerrando el ciclo de vida de los productos.
Oportunidades
Una de las grandes oportunidades del almacenamiento energético es la flexibilidad y estabilidad que pueden aportar, respondiendo a la variabilidad y a la parcial predictibilidad de las tecnologías renovables.
Para lograr una efectiva transición energética y la descarbonización de la economía conlleva, entre otros aspectos, la necesidad de incrementar la electrificación del sistema y requiere la integración de herramientas que aporten flexibilidad al sistema eléctrico para así garantizar la estabilidad de la red, minimizar los vertidos y mantener la seguridad, calidad y economía del suministro. En este escenario, el almacenamiento de energía, en todas sus formas, juega un papel crucial, y su despliegue tiene como consecuencia la aparición de múltiples oportunidades.
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR)
Uno de los principales pilares del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia es la transición verde. Dentro de la “Transición energética justa e inclusiva” se encuentra la componente 8, que tiene como objetivo fundamental dotar de flexibilidad al sistema energético, siendo el almacenamiento de energía uno de los elementos clave para ello. La Estrategia representa un instrumento válido para los objetivos y reformas de este componente.
Cadena de valor-infografía
Flexibilidad_infografía